¿Alguna vez has pensado detenidamente en un perro? ¿Te has puesto a pensar la diferencia, entre aquellos perros que todas las mañanas salen a pasear con sus dueños o empleados, y por otro lado, en aquellos que duermen en distintos lugares, y al despertar corren a la basura para poder encontrar su desayuno? Si no lo has hecho, entonces éste es un buen momento para que empieces a hacerlo.
Quizás, nosotros como transeúntes ya nos hemos acostumbrado a ver infinidad de cosas en la calle, pero deteniéndose un momento, e incurrir en reflexionar sobre esas cosas-que ya parecen ser comunes- encontraremos algo nuevo, que tal vez cambie el rumbo de nuestra vida.
Enfoquémonos entonces en los perros moribundos.
La gente más cercana a mí, comentaba sobre los perros que son atropellados en las calles y nadie hacía algo para salvarlo. Podía notar en ellos, una soltura en su habla, como si ver morir a un perro es casi parecido a servirte la comida- o sea algo común- yo en cambio me indignaba protestando de esta manera, “ Es cierto, cuando los perros son atropellados, nadie los ayuda, pero cuando una persona es atropellada todos corren a socorrerlo y llaman a una ambulancia, ahora díganme ¿Cuál es la diferencia entre ellas? acaso, ¿ ambas no son vidas?, ¡pero no!, la gente salva a la gente, sin embargo el perro al ser golpeado fuertemente por el carro es atropellado una y otra vez por los demás que vienen por el mismo carril, y ¿qué es lo que pasa luego? , lo arrastran fuera de la pista y lo dejan morir. ¿Por qué, por qué él no puede hablar?, estoy muy segura que, si él podría hacerlo, gritaría “¡Ayúdenme hagan algo!, ¡paren a esos carros!, yo no puedo hacerlo ¡Ayúdenme por favor!” Simplemente lo ven y lo dejan morir, ¡que inútiles esas personas! Que presencian ese horrible acontecimiento y no pueden ni correr, ni parar a los carros y hacer algo”. Asombrados mis amigos me miraban y ya no reían, ni hablaban, sólo bajaban la cabeza y reflexionaban sobre ello.
Siempre tuve esa impotencia de no poder defender a aquellos animales solos, tristes y abandonados que paran por las ciudades buscando un destino, buscando sobrevivir en una sociedad tan cruel, como es ésta.
Los perros de la calle, por ejemplo, vienen de 2 lados: 1. Una casa, 2. Un basural.
Suerte tienen aquellos cachorros, que cayeron en buenas manos- en sentido general- de personas (dueños) que tomaron la decisión de responsabilizarse de ellos, hasta el fin de sus días. Esos amos que no sólo vieron al canino correr por su casa, destrozando objetos de gran valor, mordiendo cables, ensuciar su hocico, y en general haciendo toda una travesura de cachorro; son los mismos que lo llevaron de emergencia al veterinario más cercano para salvarle la vida, luego de haber enfermado gravemente. Las personas que colocaron un lazo en su cuello para mostrarlo en la gran foto familiar, y vivieron grandes momentos de juegos, de amor, de tristeza como también de risas; son las mismas que llorarán la partida del perro cuando éste haya fallecido. Esas personas que mencioné, una y otra vez, son la verdadera familia que todo perro desea encontrar cuando abre por primera vez, su ojitos al mundo. Y hoy ver a tantos de ellos, correr por las pistas, siendo atropellados y ya muertos arrastrados más allá de su lecho de muerte, ver a tantos de ellos escapar de los humanos que los capturan para matarlos con fines de diversión, o también de las personas que los atrapan para utilizarlos como prueba para experimentos. ¡Para eso, ellos no vienen al mundo!
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Apróximadamente unos 25 perros muertos. |
Como ya hable de las personas que cuidan muy bien a sus mascotitas, ahora discutiremos de los imbéciles, estúpidos, idiotas, torpes y retrasados que hacen daño a sus animales, es decir, de los humanos que no tienen ni una pisca de sensibilidad. Para ello, los dividí en 3 grupos:
-Los que los reciben (de pequeños) y los botan cuando crecen.
-Los que los matan por diversión
- Los que fomentan el maltrato hacia ellos.
Pero sobre todo los que leen este artículo y al llegar a esta parte tienen vergüenza de aceptar ser uno de los ya mencionados.
PD: Si eres uno de estos 3 grupos, agárrate que te voy a dar con ganas, y si esto no te asusta, acuérdate que existe el KARMA, y todo da vueltas.
Esta clase de personas, con sólo pensar que son HUMANOS, tienden a sentir superioridad hacia los perros, cuando en realidad todos somos animales, sólo que nosotros desarrollamos la racionalidad y el lenguaje, mientras que ellos no. Los abusivos de las mascotas, son las que los dejan en la calle, echando su destino a la suerte, y de los que los asesinan de la peor manera. Debería haber cárcel para esos malditos que dicense llamar HUMANOS, cuando en verdad actúan como unos cavernícolas.
Las normas deberían darse de una manera justa, castigar a todos los que maltratan en las diferentes formas a los animales. Y aunque sea levantar más protestas para que la justicia también tome cartas en el asunto, ya que cuando muere un perro, es también una vida, quizás no de mucha importancia como el ser humano, pero es una VIDA, entiendan bien eso.Si existe un ministerio del ambiente en nuestro país, por qué no crear un ministerio en defensa contra los animales. Otra sería la cara del Perú si lléguese a grandes cosas como ésta. Para mí no está mal proponerlo como una idea, ya que en una mañana esto dejará de ser una propuesta para convertirse en realidad.
Finalmente, si eres de los que aman a las mascotas, y compartes mi idea de que muchos atropellos se han dado en el caso del abuso animal, no dejes- mira bien esto- NO DEJES DE PROTESTAR, porque ellos no pueden hablar como nosotros, pero si ellos no lo hacen, nosotros podemos hacerlo.
Cambiar al mundo, es difícil, pero si lo intentamos poco a poquito, nuestro país como en muchos otros se valorará lo que es una Mascota y sobre la importancia de muchas de ellas en nuestra vida.
¡Ayúdalos!
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Daysi(quién escribe), Flaco( mi mascota) y mi hermana Karina. |